domingo, 30 de marzo de 2014

PERIMETRAL A BENISSA 3.0

Perimetral a Benissa 3.0


   El viernes 28 de Marzo a las 18 h. partíamos la expedición del Parotet hacia Benissa. Esta edición era especial ya que competíamos uno más del equipo Parotet, formado por Paco Nadal, Isaac y Juan Nieto; además este año nos pidieron desde la organización si podíamos aportar voluntarios para la organización y enseguida los encontramos.Formando parte del equipo de 300 voluntarios: Raquel, Marta, Emilio, Sergio y Pedro. 
  Después de algo más de una hora de viaje llegamos a Benissa y nos disponemos a ir al Centro Taller de Arte Ivars, donde era la reunión informativa de la carrera y la entrega de dorsales. Una vez recogidos éstos nos reunimos con la organización para que nos asignarán el lugar donde dormir que era la Ermita de Santa Anna, a las afueras del pueblo, estando allí hospedados los integrantes del Parotet, así como nuestros compañeros de aventura Marta Cambra y Antonio Lagares. Les dieron las ordenes a los voluntarios de lo que tenían que realizar el día siguiente y nos fuimos a la pizzería del pueblo, para hacer una recarga de hidratos, jajaja. Una vez cenados y de vuelta a la ermita, cumplimos con nuestro ritual de orujo para hacer más digestiva la cena y descansar para la jornada siguiente, aunque apenas tuvimos 4 horas hasta que volvieron a sonar los despertadores a las 4:30.


El orujito de después de cenar
LA CARRERA

   Una vez cargadas las reservas en el desayuno y con todo lo necesario  en la mochila nos acercamos al pueblo para pasar el control de salida; en un corralito en el cual obligaban levar a la vista el chubasquero por las previsiones climatológicas. Con una animación del grupo Calibre deleitándonos con su Rock&Roll. Coincidimos con compañeros de otras aventuras, así como otros participantes que sabemos que ya no vamos a volver a vernos en todo el día, simplemente porque nosotros vamos menos rápido, jajaja.

Juan, Isaac y Paco
   Salimos a las 6:06 am. en las posiciones traseras, ya que como no tenemos prisa porque nos queda mucho día por delante. Abandonamos la población a 270 m. del nivel del mar entre sus calles para adentrarnos en el campo por caminos de tierra alternados con asfalto, por la zona de los Tossales en continua ascensión hasta alcanzar los 680 m en 7,5 km. por lo que nos dio tiempo a entrar en calor y apagar las luces de los frontales, ya que apenas en media hora había amanecido. De ahí la primera bajada tendida de unos 3,5 kms por senda muy corredera para alcanzar en el km 11,5 el primer avituallamiento. Seguimos descendiendo por sendas hasta 185 m. y así coger la pista por la que se divisa al fondo cercano el imponente peñón de Ifach en la vecina localidad de Calpe, alcanzando la Sierra de Olta, entre los kms 15 y 20, donde estaba situado el control de paso.

El peñón de Ifach , de fondo
Paco, Juan, Isaac, Marta y Antonio



















    Luego sólo faltaba descender hasta 160 m. el km. 23 en el cual estaba el 2º avituallamiento donde nos aguardaban nuestros voluntarios que se encargaron de repartir víveres y ánimos.  Ya llevábamos casi 4 horas de aventura. Allí nos llegan las primeras noticias de que se había suspendido la ascensión a la cima del Bernia con su consiguiente cresteo.

Emilio, Sergio, Raquel, Marta y Pedro

     Ahora sólo faltaba afrontar la pared que es una variante que incorporaron en la 2ª edición que va desde el km. 24 al 26, en los cuales se asciende de 170 m. hasta 617 m. por lo que cubrir cada km. nos cuesta entre 21 y 26 minutos y alguna que otra bocana de aire para oxigenar entre sus tramos técnicos, donde los bastones servían para sacarle un ojo al que te precede ;-)
  Una vez superada la cota nos aguardaba una ligera bajada por pistas de tierra y así empezar la ascensión hacia la Sierra de Bernia, donde no se veía las cumbres cubiertas por una densa niebla y eso que cuando llegamos nosotros eran pasadas las 11 am. y ya había abierto algo ésta. Aún así por motivos de seguridad optaron por conducir la carrera por el itinerario alternativo evitando posibles accidentes. 
   Llegábamos a la Font de Bernia en la cual estaba el 3º de los avis y donde se veía en el perfil de la prueba por donde habían cortado. 
Juan, Paco, Antonio, Marta e Isaac

  Todo lo que precedía era desconocido para los que habíamos hecho las anteriores ediciones, pero no por ello menos interesante, aún sabiendo que debía de ser más suave ya que se evita la pedrera que te lleva a la cresta y luego el recorrido por ésta en la cual los kms. suelen costar entre 40 y 50 minutos en sus más de 3 kms. Superado el km. 30 nos aguardaba las primeras laderas duras para ver por donde atravesar la sierra. Pronto se desveló el enigma y vimos como teníamos que atravesar por medio de túnel de apenas medio metro de alto en el cual si ibas a gatas se te enganchaba la mochila en el techo. Con que tumbado boca arriba e intentando salvar la mochila con los brazos había que cruzar un tramo de unos 40 m.
Paco, Isaac, Marta y Juan
Isaac mirando la cueva del oso



















    Al llegar al otro lado corría un vendaval originado por el paso del aire a través del túnel y dejamos la cara que da a la costa para ver la zona del interior por el término municipal de Callosa de Sarria con sus campos de invernaderos de nísperos. 
  Alcanzamos la altura máxima de la prueba en el km 31 con 860 m. cuando la cima está a 1127 m. pero no por ello el paisaje dejaba de ser bonito pero mucho menos abrupto que el trazado original y todo era cruzar pedreras de ligera bajada por las que se podía correr como si fuésemos por la vía del tren. 
   Nos aguardaba una zona cómoda de transitar a través de una ganadería de toros para llegar hasta el km 40. Una vez llegado a donde anteriormente ponían el avituallamiento en un merendero estuvimos esperando a la pareja formada por Marta y Antonio que debutaban en una prueba de ultradistancia  y venía un poco tocado del tobillo. Aprovechamos para comernos una empanadilla milagrosa de arroz con atún,del horno de la mujer de Paco, sabía a gloria. Retomamos la marcha pero antes de llegar al Maratón con 8 horas estaba el 4º avi donde tras esperar al matrimonio vimos como decidía abandonar por su maltrecho tobillo.
   Nos quedaba ascender una dura súbida de más de 200 m de desnivel en algo más de un km. de esas que no parece nada y cuesta lo suyo superarla.

El trio en plena ascensión
   Luego vendría una larga bajada por senda de más de 5 kms. por la zona rocosa donde todas las piedras están de punta y parecen cuchillos y no sabes donde poner los pies. Ya empezaba a hacer calor porque eran más de las 3 pm. 
   Yo empezaba a estar cansado y ansiaba llegar cuanto antes a Senija por el km. 50, para reponer fuerzas y quitarme la mochila un rato que me estaba molestando en los hombros y no encontraba la manera de acoplarla.
Entrada por las calles de Senija
     Llegados allí nos estaban esperando nuestros voluntarios echándonos una mano en rellenar todas las reservas líquidas. 
   En Senija siempre hay la misma controversia estás a 1,5 kms de Benissa y sin embargo todavía te quedan unos 15 kms. para alcanzarla, teniendo que superar tres picos que parecen chinchetas en el perfil y se atragantan. El primero está nada más salir del pueblo y aún se hace llevadero pese a los kms. que llevas en las piernas. Tiene una bajada bastante técnica donde se producen colas y eso que el pelotón ya va muy disperso se alcanza la cota mínima de la prueba con 127 m. y tras atravesar la autovía por un túnel alto se afronta la subida que está entre los kms 54 y 56 siendo zigzagueante y parece que nunca se acaba. Una vez arriba en el control de paso se divisa una pequeña bajada y otra ascensión de esas en línea recta que parece que vas a ascender al cielo. A esas alturas mis piernas ya acusaban la falta de preparación para una prueba tan exigente y sólo cabía descender unas veces trotando y otras caminando rápido.
  Cuando llegas a las inmediaciones de Benissa se bordea por fuera en una ligera ascensión que más que nunca se hace cuesta, pero a sabiendas de que ya queda poco para dentrarte en las calles del pueblo que te conducen através de escalinatas y calles estrechas a la plaza de la Meta, con cámara de vídeo y la bandera en mano tras 12 h 11 minutos.
Original arco de Meta


    Tras la páliza se vió recompesada con la calurosa acogida de nuestros acompañantes así como el resto de espectadores que llenaban la plaza. Nos aguardaba la ansiada ducha en la piscina y el  jacuzzi que después de una carrera así se agradece.
  Sólo quedaba volver a la meta para la comida a base de embutido y cervezas nos aguardaba. A la vez nos grabaron en la camiseta conmemorativa el nombre y tiempo que había empleado en recorrer la prueba.

Track de mi Garmin